La cosmética coreana viene pisando fuerte desde hace unos años y, por suerte, cada vez es más fácil adquirir marcas como COSRX, Benton o Laneige en nuestro país. Poco a poco, y a raíz de leer el libro de Secretos de belleza coreanos para una piel radiante, he ido interesándome más por la cosmética asiática e incorporándola a mi rutina facial, aunque confieso que soy incapaz de seguir a diario los diez pasos establecidos. Aun así, me apetecía contaros en este artículo qué productos estoy utilizando actualmente, además de explicaros los cuatro pilares fundamentales de la rutina facial coreana. Si tenéis curiosidad, ¡seguid leyendo!
Índice de contenidos
Rutina facial coreana: doble limpieza
La doble limpieza es, probablemente, lo más conocido de la rutina facial coreana. Y es que, antes de comenzar con el ritual de hidratación, es importante limpiar el rostro para que el resto de productos que apliquemos posteriormente penetren debidamente en la piel.
Con la doble limpieza no solo conseguimos retirar el maquillaje, sino también el sebo y el resto de impurezas que se acumulan en nuestra piel a lo largo del día. Por eso mismo, es importante realizarla incluso aunque no nos hayamos maquillado.
Acostarnos sin limpiarnos la cara podría hacer que acabaran apareciendo pequeños brotes de acné, además de acelerar el envejecimiento de la piel. Así que, para evitarlo, las coreanas utilizan dos productos: un aceite limpiador primero y un limpiador de base acuosa después.
Doble limpieza coreana: aceite limpiador
El aceite limpiador ayuda a eliminar el exceso de sebo, así como el resto de impurezas asociadas a productos oleosos como el maquillaje, las siliconas y el protector solar. Algunos de ellos vienen en formato sólido -como el Clean It Zero de Banila Co.– y al contacto con la piel se derriten hasta convertirse en un aceite. Después solo es necesario aplicar un poco de agua tibia para emulsionarlo, mientras realizamos un pequeño masaje por todo el rostro.
Doble limpieza coreana: limpiador de base acuosa
Una vez que hayamos retirado el aceite pasaremos a aplicar un limpiador de base acuosa para terminar de retirar cualquier resto de suciedad. Puede ser un limpiador en gel o en espuma, dependiendo de nuestro tipo de piel.
Algunos de los más conocidos son el limpiador facial Low pH Good Morning de COSRX y la espuma limpiadora Honest de Benton, apta para todo tipo de pieles. Si preferís utilizar un producto fórmulado especificamente para pieles grasas, podéis utilizar la espuma limpiadora Daily Fresh Bamboo de Holika Holika, mientras que para las más secas está disponible esta otra versión.
Tónico
Pero, antes de acabar con el ritual de la doble limpieza, toca utilizar el tónico. Su función es, además de eliminar restos del limpiador que hemos utilizado anteriormente, hidratar y conservar la humedad de la piel. Podemos aplicarlo con ayuda de un algodón o pulverizándolo por todo el rostro aunque, si su consistencia es un poco más densa, lo mejor es aplicarlo directamente con las manos.
Supple Preparation Facial Toner de Klairs
El tónico que estoy utilizando actualmente es el Supple Preparation Facial Toner de Klairs, cuyos ingredientes principales son el phyto-oligo y el ácido hialurónico, que aportan hidratación a la piel; así como aminoácidos de trigo con propiedades antiinflamatorias que reducen el enrojecimiento. También contiene centella asiática y extracto de regaliz, además de numerosos antioxidantes.
Su consistencia recuerda a la de un serum, ya que es algo más denso que la de un tónico convencional formulado únicamente con glicerina, por lo que siempre lo aplico con las manos. Podéis encontrarlo aquí.
Rutina facial coreana: exfoliación
Después del tónico vendría la exfoliación, otro de los grandes pilares de la rutina facial coreana. Pese a que la mayoría de los tónicos suelen ser hidratantes, es verdad que a día de hoy también es posible encontrar en el mercado tónicos con ácidos en su formulación que funcionan a la vez como exfoliantes, como este de COSRX.
Aún así, es importante conocer bien nuestra piel y saber si realmente necesitamos este paso o no. En una piel muy seca o sensible, con alguna enfermedad como rosacea o dermatitis atópica, la exfoliación puede irritar la piel, por lo que debemos tener mucho cuidado con eso.
No obstante, es muy importante diferenciar entre dos tipos de exfoliantes diferentes: los mecánicos y los químicos, de manera que sepamos en todo momento cuál debemos utilizar según las necesidades de nuestra piel.
Exfoliantes mecánicos y químicos
Los exfoliantes mecánicos utilizan ingredientes como el azúcar para ayudar a eliminar la piel muerta, pero hay que tener en cuenta que en este proceso estamos agrediendo físicamente la piel, por lo que podemos irritar aquellas más sensibles y secas. Un ejemplo de exfoliante mecánico con azúcar moreno es este de Klairs.
Los exfoliantes químicos, por otra parte, utilizan ácidos o enzimas para eliminar las células muertas. Algunos de los más habituales son el ácido glicólico y el ácido láctico, pero hay que tener mucho cuidado porque, en concentraciones más altas del 12%, se considera peeling químico. Otro muy conocido es el ácido salicílico, ideal para pieles grasas con tendencia acneica por su poder antiinflamatorio y antibacteriano. Un producto que combina ácidos AHA y BHA es el peeling en gel Grapefruit Vita de G9SKIN.
Rutina facial coreana: hidratación
Después de utilizar exfoliantes mecánicos y/o químicos es importante que hidratemos la piel. De hecho, la hidratación es lo que marca la diferencia en la rutina facial coreana. Solo hay que ver la cantidad de productos que podemos encontrar enfocados a este fin: esencias, serums, ampollas hidratantes, lociones, cremas, mascarillas…
Esencias coreanas y serums
La primera vez que escuché hablar de las esencias fue a través del libro Secretos de belleza coreanos para una piel radiante. Hasta entonces, pensaba que antes de una crema hidratante sólo había que aplicarse un tónico -y como mucho un serum- pero no tenía ni idea de que, además, podíamos aplicarnos otro producto más.
La diferencia principal entre un serum y una esencia es su consistencia. Estas últimas son más acuosas, pero contienen ingredientes activos que ayudan a hidratar, iluminar e igualar el tono de la piel.
El serum, sin embargo, tiene una consistencia más densa y una concentración más potente de ingredientes. Suelen venir en tarritos de cristal con cuentagotas y se utilizan después de la esencia y antes de la crema hidratante. Los hay de muchos tipos: de vitamina C, como el Freshly Juice Vitamin Drop de Klairs; hidratantes, como el serum Water Bank de Laneige o el Hungarian Water de Belif; y con tratamiento antiedad, como este de Holika Holika.
Time Revolution First Treatment Essence de Missha
La esencia que he introducido a mi rutina es la Time Revolution First Treatment Essence de Missha, una de las más conocidas en Corea. Su ingrediente principal es el fermento de levadura, que mejora la textura de la piel promoviendo la producción de colágeno y elastina; pero también podemos encontrar niacinamida, cuya función es la de reducir la hiperpigmentación, las rojeces y las líneas de expresión de la piel, así como ácido láctico en pequeñas cantidades.
Sorprende su textura acuosa al principio pero, pese a ello, deja una sensación de hidratación muy agradable en la piel. Si queréis empezar a utilizar esencias en vuestra rutina facial, creo que la de Missha podría ser una buena opción. No es un producto barato, pero os aseguro que sus 150 mililitros cunden una barbaridad. Podéis adquirirla aquí.
Cremas hidratantes
El siguiente paso, después de la esencia y del serum, es aplicar una crema hidratante. Normalmente este tipo de productos contienen humectantes, como la glicerina o el ácido hialurónico, y lípidos como las ceramidas. En el mercado podemos encontrar infinidad de cremas hidratantes, por lo que es importante descubrir qué tipo de crema es la apropiada para nuestra piel. Si esta es más grasa, lo mejor es elegir una textura en gel, mientras que si es más seca necesitaremos utilizar una crema más emoliente, de textura untuosa, que nos aporte un extra de hidratación.
Tampoco podemos descuidar el contorno de ojos, ya que en esta zona tenemos la piel mucho más fina que en el resto del rostro y, además, es donde primero comienzan a notarse los signos de la edad. Por eso mismo, es importante utilizar cremas específicas que nos ayuden a evitar la aparición prematura de las temidas patas de gallo. Uno de mis contornos de ojos favoritos es el Moistfull Collagen Eye Cream de Etude House, disponible aquí.
Advanced Snail 92 de Cosrx
Aunque pueda sorprendernos en un primer momento, la realidad es que en muchos productos coreanos podemos encontrar baba de caracol. Este es justamente el ingrediente estrella de la crema Advanced Snail 92 de COSRX, que tiene hasta un 92% de filtrado de secreción de caracol.
Esta sustancia sirve como reparador de tejidos, al igual que el aloe vera. Está repleto de nutrientes y aporta gran cantidad de proteínas y vitaminas a la piel, además de estimular la formación de colágeno y elastina. Tiene también ácido glicólico, por lo que ayuda a eliminar las células muertas de la piel. Si os apetece probar los beneficios de la baba de caracol e incluir este ingrediente en vuestra rutina facial, podéis adquirir esta crema aquí.
Mascarillas coreanas
Llegados a este punto, no podemos olvidarnos tampoco de las famosas mascarillas coreanas. De hecho, podemos elegir entre dos tipos de mascarillas diferentes: las sleeping mask –como esta de Holika Holika– y las de un solo uso.
Las primeras tienen una consistencia gelatinosa y se utilizan únicamente por la noche, de manera que actúan mientras dormimos, mientras que las mascarillas de un solo uso suelen ser de microfibra o de hidrogel y solamente hay que aplicarlas durante unos 20 minutos. Hay mascarillas de todo tipo: nutritivas, calmantes, iluminadoras… Podéis encontrar una selección de ellas aquí.
Rutina facial coreana: protección solar
Por último, no puede faltar la protección solar. Si hasta ahora habíamos estado cuidando la piel limpiándola, exfoliándola e hidratándola, también tenemos que prevenirla frente a agresiones externas. Puede que este sea el paso más importante de todos, puesto que una exposición prolongada al sol hará que nuestra piel envejezca prematuramente, que aparezcan manchas o incluso algo peor…
Por eso mismo, debemos utilizar protector solar todos los días y, a poder ser, uno que proteja frente a los rayos UVA y UVB a la vez, sobre todo si nos hemos exfoliado la piel o si hemos realizado cualquier otro tratamiento agresivo. De lo contrario, será bastante probable que aparezcan hiperpigmentaciones. El protector Papaya-Sun Cream de Benton o la crema solar Aloe Soothing de COSRX serían dos opciones válidas. Además, ambas cuentan con un factor de protección solar del 50.
Espero que esta entrada os haya ayudado a entender un poco mejor la rutina facial coreana y a conocer nuevos productos de origen asiático. Lo que siempre digo: no hace falta seguir todos los pasos y aplicar los mismos productos todos los días. Lo más importante es conocer nuestra piel y saber qué necesita en cada momento.
Y vosotras, ¿utilizáis cosmética coreana en vuestra rutina facial?
¿Cuáles son vuestros productos favoritos?
Susana
• hace 5 añosWau! Me ha encantado este post ! Muy completo, lo pienso probar todo, muchas gracias !
Mª Carmen
• hace 5 años¡Hola!
Muchas gracias por esta guía, pero me gustaría hacerte una pregunta. En el apartado de serum, ¿valen los de the ordinary? , es que viendo los precios de las esencias y serums en general cuestan mucho dinero, y esta marca es más económica, pero no sé si son válidos en esta rutina.
Muchas gracias bonica.
Marta
• hace 5 añosHola Carmen!
Los serums de The Ordinary no son coreanos como tal, pero si te funcionan son perfectamente válidos. En este artículo explico cuáles son los pasos de la rutina facial coreana y doy ejemplos de productos asiáticos para que tengáis una referencia, pero luego cada una puede elegir lo que mejor le convenga 🙂
De todos modos, si quieres seguir esta rutina facial con productos 100% coreanos, te aconsejo que le eches un vistazo a los serums de Holika Holika que son bastante baratos. Este o este son dos ejemplos.
Un beso.